El final de un nuevo comienzo.
Si bien nos faltó la madurez que necesitábamos para escapar, lo hicimos consientes.
Teníamos todo, absolutamente todo, menos libertad. Una vez me dijiste " Me siento como el rehén secuestrado por alguien que no escucha, ni da explicaciones". Lo sentí aludido a mi y te dejé ir.
Sin saber porqué pero te dejé ir.
Al tiempo volviste, diciendo que había cometido un error, una tontera y querías regresar.
En aquel momento y sin mas porqué supe lo que respondería: " Demasiado real para ser cierto"
- Pensé que dirías... "Demasiado tarde ... "
- No - y mientras me tirita la mano lo repito - "Demasiado real... " "
María José M.
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