Mientras susurramos...

Vuelvo a pegarme con una mas de las melodías significativas de tu voz. 

Cierro mis ojos y te veo envuelto en tu manta a la mitad de la luna, solamente acompañado de 

tu único gran y preciado amor. La guitarra. Me hubiese gustado haber sido yo, pero puedo conformarme con haber sido la segunda después de la zarpa de prioridades en tu vida. Sabia que competía hasta incluso también con mi único gran amor en ese momento. 

Tu sonrisa de luna pintada en tu rostro y bellos versos saliendo entre espacios incógnitos. 

" y al despertar no pude decir dos, pero recordé como era tu voz diciendo amor ... "

Aquellos despertares por las mañanas de cada año suele suceder. Algo así jamás se olvida. 

Suelo irme en cada uno de mis pensamientos y recordar bellos momentos vividos. Me concentro al punto de

recordar detalladamente cada segundo y cada aroma absorbido. 

" y al atardecer creí en el cielo ver tus ojos... " 

Aquellos que solían brillar con el reflejo indispensable de la brisa marina, y los destellos del fuego que nos abrigaba por las noches solitarias a los pies de las estrellas.

Teníamos una complicidad incandescente. Como lo dice su verso. Raramente me tomo un café mientras me pongo a escribirte lo que no alcance a decirte muy bien. 

Tal y como lo hice antes, tal y como lo hago ahora, tal y como lo haré mas adelante.

María José M.