Dices adiós y el tormento comenzó después. Ella vio en si misma reacciones olvidadas y sus trastornos ocultos aparecen para demostrar la negativa superación del tiempo. Desesperación nocturna y desolación matutina. Dos razones contundentes y convincentes que dieron paso a las auto-lesiones de poder. Cicatrices de haber intentado una confianza ciega demostraban el dolor experimentado durante meses. La realidad se tornaba confusa ante la propia mirada. Se encontraron tabletas derramadas por la habitación que demostraban una adquisición conjunta de sentimientos intoxicados. 
La sangre corría como lava ardiente por caminos perforados y gotas rojas se esparcían por el blanco resplandor de tu recuerdo taciturno... Fue la primera respiración entrecortada que se pudo experimentar. Tomar la decisión de cerrar los parpados y olvidar la realidad al entorno, cruel y devastador. Evitar pensar, y sentir. No existió conciencia de los actos ni responsabilidades por presuntas consecuencias. 
"Quise morir" .-