- Puede que tengas razón, como muy bien dices tu, es mejor desaparecer.
- Te acompaño.
- Te invito un café.
- Encantado.
Me fue inútil tratar de quitarle los ojos de encima mientras conducía. Realmente era un hombre muy atractivo. 
Jamás pensé que ese primer café sería el comienzo de una extraña relación. Corta, pero intensa ...
- Me ha llamado para decirme porque te había elegido.
-¿Qué contestaste a semejante pregunta? - Reconozco que no me importaba en lo mas mínimo.
- " La sinceridad sin engaños".
- ...
- Me colgó.
- Sentiste...
- No, no sentí.
Pero a los pocos días de aquella conversación el llamado lo recibo yo.
-Necesito verte. 
Solo dos palabras para hacerme perder la razón de mis sentidos y horas mas tardes estas desnuda sobre una cama desecha. Sola, derramando lagrimas después del acto. Llena de arrepentimientos que ya parecían inhumanos. 
- ¿Donde has estado? Me tenías preocupado. 
- Estaba con mi hermana. - Mentí.
Nunca antes me había sentido tan sucia y mentirosa como en ese momento, a pesar de haber hecho mil cosas de las que podría arrepentirme en el pasado. Pero estaba confundida y no sabía si me sentía así por él, o por otro motivo diferente. Aunque ciertamente puedo decir que no se lo merecía....

Continuación...

María José M.